El margen de error se ha estrechado tanto que ya es casi imperceptible. El Atleti tiene que ganar ya, esta tarde en Murcia, o comenzará la verbena. Tres jornadas sin un triunfo provocarían temblores en los otros 19 clubes de Primera; en el Atleti, terremotos. Así son. Aguirre, que lo sabe, no se andará con inventos; todos a ataque: Forlán, Agüero, Maxi, Simao... En realidad, contra Madrid y Mallorca no faltaron ocasiones, faltó puntería. Con semejante arsenal parece complicado que la sequía se prolongue. Parece, digo.
Mientras el torbellino rojiblanco sigue con sus historias, el Murcia vive un feliz regreso a Primera. En su debut en casa ya le bajó los humos al Zaragoza y lo hizo intercambiando golpes con uno de los equipos más ofensivos de la Liga. Es la firma de Lucas Alcaraz, otros de esos técnicos de nueva generación que han entendido que ser humilde no es ser cobarde.
Almas gemelas. Eso sí, el Murcia añorará a Pablo García. El uruguayo es uno de esos futbolistas que pega tanto que consigue que nos parezca feo decir que es un estupendo jugador. Pero lo es. Por cierto, algo parecido sucede con Motta, al que Aguirre ha convocado aunque empezará en el banquillo. Teniendo en cuenta que el Atleti se parte estrepitosamente en dos, su momento no tardará en llegar. Se busca ancla.
Mientras tanto, el Atleti es una garantía de espectáculo. En un área y en la otra. Con Agüero iluminado y Simao creciendo por días, le falta que se entonen Forlán y Maxi, cuyas malas rachas suelen durar suspiros. Pero si Baiano está listo, puede hincharse ante la curiosa defensa madrileña, que consiste en Perea corriendo y los demás fallando. Cualquier cosa.
Erciyesspor falló
El Erciyesspor perdió un partido increíble que le saca de la zona de ascenso a Primera. Tras jugar con un hombre más durante 37 minutos, encajó dos goles en el 89' (Bieniuk) y el 90' (Zitouni) y el Antaliaspor le derrotó 0-2.
El Atleti estrenó la Vieja Condomina
El Murcia jugó contra el Atleti, entonces aún Aviación, su primer partido de Primera en la Vieja Condomina. Fue el 6 de octubre de 1940, en la segunda jornada de la 40-41 y el partido terminó empate a uno. Los visitantes se adelantaron con un gol de Pruden, pero el Murcia logró salvar un punto gracias a un tanto en propia puerta de Escudero, curiosamente el máximo goleador liguero de la historia del Atlético, en la portería adecuada, claro. Éste fue el primer punto del Murcia en Primera, ya que en la primera jornada había perdido 4-0 en Alicante.
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