Negro, muy negro se ha puesto el futuro de Italia en la Eurocopa 2008 después del empate a cero ante Francia. Los italianos no supieron batir a la selección francesa y se le complica muy mucho la clasificación para la competición continental de selecciones. Mientras, los Bleus dan por bueno el resultado, puesto que les permite dejar casi sentenciado su liderato en el grupo B.
Italia se jugaba mucho, pero nunca se vio. El ambiente tenso en las gradas se trasladó al terreno de juego, donde los jugadores estaban agarrotados. Inzaghi estaba exiliado en ataque y Pirlo, muy apagado, no supo suministrarle balones. El único que rompía la apatía azzurra era Gattuso, quien a base de garra y guerra intentaba levantar a los suyos. Pero ni siquiera Gattuso lo puede todo por sí sólo y una tarjeta amarilla mermó considerablemente su rendimiento.
Francia, muy bien plantada en el campo, destrozó cualquier intento de creación italiana gracias al muro que levantaron en el centro del campo Makelele y Viera. El juego de los galos tampoco era un espectáculo, pero siempre que tenían la oportunidad intentaban aprovechar la velocidad de los rapidísimos Anelka y Henry. La mejor oportunidad de los franceses la tuvo el delantero del Bolton tras un contragolpe, pero Buffon salvó a los locales con una gran intervención.
El partido estuvo en todo momento bien controlado por los franceses, que supieron anular el esquema italiano. Sin embargo, todo pudo cambiar con un disparo del siempre genial Del Piero, pero Landreau reaccionó con acierto. Inzaghi, como es habitual, también tuvo su ocasión, pero esta vez la puntería le falló y el balón se estrelló contra el larguero.
Los cambios que realizó Donadoni, dio entrada a Perrotta y Lucarelli, no arreglaron el empantanado fútbol de los italianos, que acabaron viendo como se les escapan dos puntos y se les complicaba mucho la presencia en la próxima Eurocopa.
Portugal se deja oxígeno ante Polonia (2-2)
Con la intención de renovar la última versión tan negativa que había dejado en Armenia (1-1), la Portugal de Scolari tenía ante sí la gran oportunidad de la fase clasificatoria. Hasta ahora, siempre había dependido de resultados de terceros pero tras el empate de Serbia ante Finlandia, el liderato estaba en juego puesto que Polonia llegaba en la posición de honor al Estadio de la Luz. Los de Beenhakker, además, podían dejar casi sellado su boleto.
Y a pesar de que fue el empuje y la verticalidad de Portugal la que apareció una vez tras otra en la primera mitad, sobre todo a pies de un gran Deco y del siempre eléctrico Cristiano Ronaldo, el gol se esfumó y se cambió de bando. Si, de manera sorprendente e injusta por lo ofrecido, Polonia se encontró con ventaja justo antes del descasnso, tras un potente disparo de Krzynowek (su especialidad), Ricardo rechazó y el más rápido en aprovecharlo fue Lewandowski, con un tiro cruzado.
Con tan duro golpe y en un momento inoportuno como pocos, Portugal dio el tipo y no se arrugó. Porsiguió su mayor ambición y encontró lo que buscaba tras varias llegadas. Deco, muy activo, cedió a Nuno Gomes y sin que el delantero supiera definir, el rechace llegó a Maniche para empujarla a la red.
No se supo más de Polonia en las cercanías del área local, aunque Portugal también bajó en cuanto a número de llegadas por más que mantenía un dominio claro de la situación. Pero en una ocasión más complicada, el balón llegó a Cristiano Ronaldo y, de remate inverosímil a media volea, cruzó lejos del alcance de Boruc para sacar la espina y hacer justicia.
Hay que señalar que la jugada del gol nació en Quaresma, el auténtico revolucionador de los últimos minutos y el hombre que dio aire fresco a las ideas lusas. Pero, cuando ya se daba por cerrado, un nuevo 'zapatazo' de Krzynowek, ajustado al poste, sorprendió as todos hasta colárse en la meta de Ricardo. Polonia rescata un punto que puede ser de oro.
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